08 Jun

Como adelantáramos en la edición anterior de La Agenda, del 27 de mayo al 5 de junio la Unidad Móvil de Salud (UMS) estuvo brindando servicios en la provincia del Chaco.

La Unidad estuvo asistiendo en la ciudad de Resistencia, Villa Río Negro, Juan José Castelli, Sáenz Peña y en la localidad de Margarita Belén de la provincia aludida. Profesionales de la salud, liderados por componente del equipo del Sanatorio Loma Linda, sirvieron a los miembros de dichas poblaciones

La Agenda dialogó con el Pr. Iván Rosales, presidente de la Asociación Argentina del Norte (AAN) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) acerca de la actividad que se realizó con la UMS: «Todas las tareas que se desarrollaron se alinearon al contexto de los programas Impacto Esperanza y Semana de Salud que lidera la División Sudamericana (DSA). Como Asociación centramos nuestro plan en la ciudad de Resistencia en donde se repartieron miles de ejemplares del libro En busca de esperanza. Mientras se distribuía este material, un grupo de profesionales adventistas y simpatizantes de la salud atendieron en un centro comunitario de la ciudad. A pesar del clima desfavorable, contamos con una gran cantidad de gente que se acercó y fue atendida por nuestros profesionales. Tuvimos saludos y agradecimiento de parte de Jorge Capitanich, intendente de la ciudad, por la tarea asistencial que estuvimos realizando. El mal tiempo continuó, pero la UMS pudo alcanzar a pobladores de Juan José Castelli, Sáenz Peña y de la localidad de Margarita Belén. En esta última localidad estuvimos, por pedido del gobierno de la provincia (quien aportó la logística necesaria), colaborando y brindando atención a personas damnificadas por las inundaciones que golpean esta zona al norte de la ciudad capital».

«Más de treinta profesionales, sumado a un equipo de ciento cincuenta miembros de la IASD, atendieron a más de quinientas personas —afirmó el Pr. Rosales—. La repercusión de esta actividad en los medios de comunicación ha sido muy grande. Todos los días las noticias eran difundidas y la iglesia se hizo aún más conocida».

Concluyendo el diálogo mantenido, el Pr. Rosales destacó: «Nuestra gratitud a la Universidad por el apoyo que nos brindaron a través de la UMS. Quiero destacar la labor de Germán, el conductor de la Unidad quien en todo momento estuvo integrado y “embarrado” como uno más del equipo; y también resaltar la tarea que llevó a cabo una voluntaria, estudiante de Enfermería de la UAP, que tuvo una entrega muy grande en el servicio que dedicó».