11 Sep
El domingo 6 de septiembre, la Universidad Adventista del Plata llevó a cabo, en su Auditorio Mayor, una nueva edición de la tradicional Fiesta de las Naciones. Durante el día, los alumnos atendieron sus estands de comidas típicas, videos, fotos y vestimenta, y mostraron la riqueza de sus naciones. Las puertas del auditorio estuvieron abiertas a todo el público, y allí la gente pudo participar, degustar, comprar algunos artículos, y sentarse a conversar con cada grupo de estudiantes.
El Pr Héctor Gelhorn, director de Residencias Estudiantiles de la universidad, estuvo presente aquella tarde y compartió con La Agenda una de sus experiencias vividas con jóvenes representantes del continente africano: «Me contaron sobre los dialectos de sus tierras, sobre los valores que atesoran desde pequeños y que llevan en sus raíces. Por otra parte, aprendí sobre la hospitalidad que destaca a su sociedad, escuchando historias de cómo reciben y atienden a sus visitas y familiares. El valor que dan a los momentos de conexión entre seres queridos y al disfrute de la vida es realmente asombroso. Sin dudas, es una realidad de otro mundo. Por último, para apreciar mejor sus vestimentas, una de las chicas le ofreció a mi esposa vestirse con una tela grande, de colores; y así lo hicieron. De una manera simple, linda, y en poco tiempo aprendimos sobre su modo tradicional de vestir. Me enriquecí mucho conversando con ellas. Uno piensa que sabe algo de cierto lugar hasta que se encuentra con un nativo del país. Y ahí, uno se da cuenta de lo mucho que desconoce. Esta oportunidad me pareció realmente increíble».
Al finalizar el día, se dio cierre a la festividad con un programa especial, que contó con números musicales, diferentes puestas en escena preparadas por los alumnos representantes de Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Argentina y países representativos de la exunión soviética (Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Uzbekistán, Moldavia y Kirguistán).
El tema que direccionó cada actuación fue el de las danzas típicas. Este programa, que toca esta temática por primera vez, mostró de manera integral las tradiciones en cuanto a vestimenta y música de las diferentes naciones, y evidenció en gran manera el entusiasmo de los alumnos al participar. A modo de cierre, un desfile de banderas, representando a cincuenta naciones, engalanó el salón generando una vez más el ambiente de festejo para toda la familia pluricultural de la UAP.
La Agenda estuvo presente en el cierre de esta colorida fiesta y dialogó con las autoridades de la secretaría de Vida Estudiantil, organizadores del evento. El pastor Héctor Gelhorn dio su parecer acerca de esta multicultural fiesta, tan representativa de la UAP: «Esto es un milagro que se da en contexto de una iglesia mundial que, evidentemente, apuesta fuerte a la educación de sus hijos. Cada uno de los participantes representa a su tierra, su sangre, su costumbre, pero todos tenemos un mismo origen: Dios es nuestro padre y hay una sola patria que todos esperamos. Hoy, quizá, nos diferencian los colores de una bandera, pero nos une la fe en común que tenemos en Cristo».
Por su parte, la Mag. Lilian Bentacor, encargada del área, compartió con nosotros el balance de este encuentro tradicional de la UAP: «El balance que hacemos ha dejado un saldo totalmente positivo. Se vio compañerismo y unidad en los participantes. Fue una espectacular experiencia, que nos motiva a proyectar la Fiesta de las Naciones 2016».
Durante el cierre de la fiesta, además, pudimos conversar con los alumnos que participaron, los cuales compartieron sus sentimientos.
-Ivan Hazevich, representante de Paraguay: «Hoy siento un enorme intercambio cultural, mucha alegría y más que nada compañerismo con todos los chicos de la universidad».
-Samuel Josué Jiménez Castro, representante de Venezuela: «Esto es genial. Siento un orgullo por la patria; es algo que lo llevo en el corazón y hoy me siento identificado al portar mi bandera. Tengo muchas expectativas para el próximo año».
-Vilis Neikurs, representante de Ucrania: «Tengo muchas emociones juntas, y todas son positivas. Esta fiesta es un muy buen lugar para juntarnos, para que podamos mostrar algunas comidas típicas, ropa, y también para conversar y conocer otros países».