23 Mar

La comunidad educativa de la UAP disfrutó de esta fiesta espiritualDurante los días 18 y 19 de marzo se llevó a cabo el primer retiro espiritual del año para los alumnos de la Universidad Adventista del Plata (UAP). El culto del viernes por la noche estuvo a cargo del Mag. Roberto Giordana, quien compartió un mensaje de énfasis en la identidad del joven adventista. Durante el culto, además, se presentaron diversas ofrendas musicales y testimonios de jóvenes que expresaron los milagros realizados por Dios en sus vidas durante el verano.
Luego del culto, se realizó la tradicional Fiesta Misionera, evento organizado por los diferentes grupos misioneros pertenecientes a la UAP, con el fin de dar a conocer las actividades que realizan e invitar a los estudiantes a participar. Más de seiscientos alumnos se involucraron activamente en la presentación de los grupos, en más de treinta y cinco estands. Las propuestas de actividades de acción social y formación espiritual fueron de las más variadas: visitación y ayuda a ancianos, niños, personas con capacidades diferentes o privadas de su libertad, familias de bajos recursos, etc.; grupos de construcción de iglesias; escuelas sabáticas en diferentes idiomas: inglés, portugués, ruso y hebreo, entre otros); coro universitario; clubes de conquistadores; y otros.
Pr. Roberto GiordanaEl evento contó con el despliegue de una radio en vivo a cargo del equipo de FM Estudiantil, espacio en donde se compartieron experiencias de los líderes de los grupos misioneros y de autoridades de la UAP. También estuvo presente el Centro de Multimedia de la Universidad. En este estand se desarrolló uno de los juegos que se realizan habitualmente en el programa BienEstar. Por su parte, Responsabilidad Social Universitaria tuvo su espacio, en donde se incentivó a los estudiantes a ser parte de los proyectos que se desarrollarán durante el año en curso.
Acerca de lo sucedido en el evento, el Pr. Darío Maldonado, capellán de la UAP, expresó: «Estoy feliz por la reacción de los jóvenes. Ellos estuvieron expectantes con la idea de encontrar un ambiente preparado por sus propios compañeros y participar en la que quizás fue su primera experiencia en un evento como este. Es la primera vez que organizamos esta fiesta al comenzar el año, con el objetivo de que los chicos conozcan los grupos misioneros, se sumen a las actividades y podamos compartir los resultados de sus experiencias al finalizar el año.
»Comenzar el año con más de quinientos jóvenes ingresantes que quieren unirse a la misión es realmente reconfortante porque entendemos que detrás de cada joven que participa hay muchas personas que serán visitadas y recibirán el mensaje de Dios, mientras que ellos también crecerán espiritualmente».
Con respecto al año que comenzó, el Pr. Darío Maldonado mencionó las expectativas que tiene la iglesia de la Universidad: «Durante este año vamos a estar trabajando con el principio del amor. Desde la perspectiva bíblica, sabemos que este principio se expresa en dos líneas: el amor hacia Dios y el amor hacia el prójimo. Con respecto al segundo, uno de los desafíos propuestos es el incremento de nuestra compasión y la expresión del principio del amor, en la realidad en la que nos encontremos, por medio de grupos misioneros o del permanente contacto con el mundo que nos rodea».
El Mag. Roberto Giordana compartió su balance del evento: «Esta fiesta es algo maravilloso y representa la oración intercesora de Jesús expresada en San Juan 17: “Que todos sean uno”. El primer propósito misionero de este año se está cumpliendo: que todos sean uno en Cristo para tener fuerzas y llevar adelante el mensaje. Esta fiesta misionera es una excelente oportunidad porque nos motiva a empezar un año cargado de proyectos y con ganas de servir. En la creatividad Trajes típicos vistieron de color la fiesta misioneraque tienen los chicos para mostrar las actividades misioneras y la diversidad de propuestas, se representa la grandeza de Dios».
La Agenda también tuvo la posibilidad de entrevistar a cuatro de los estudiantes que participaron activamente en los estands.

«Mi nombre es Nicolás Benítez y vengo de la provincia de Buenos Aires. Es mi primer año en la Universidad y estoy sorprendido con esta fiesta misionera. No pensé que iba a ser un evento tan grande y con tantos grupos misioneros. Está bueno que en una universidad tan grande se realicen estas actividades en las que cada uno encuentra su lugar. Este evento me hace pensar que la UAP es una universidad activa, que se preocupa por la comunidad y eso me gusta mucho. Me llamaron la atención los grupos que trabajan con los chicos, así que estoy pensando en unirme al grupo Sansón o la Fábrica de la Alegría».

«Me llamo Ana Vertucci, estudio mi segundo año en la Licenciatura en Nutrición y soy de Venezuela. Este tipo de eventos es muy lindo: uno ve el interés de los chicos al acercarse y conocer cada propuesta, y eso contagia. Participo en un grupo misionero y es una experiencia hermosa que todos deberían vivir. Por otra parte, este tipo de experiencias me parece una excelente forma de dar a conocer los grupos ya que cuando yo comencé solo estaba informada de algunas propuestas, y quizás nunca me hubiera enterado de que había tantas personas trabajando para Cristo. Sería importante que este evento se realizara siempre en esta época del año, para que todas las personas nuevas puedan unirse a los grupos y servir de esa manera a Cristo».

Pr. Horacio Mazzoli«Mi nombre es Gabriela Maidana y soy estudiante de cuarto año de Kinesiología. Es la primera vez que participo en una fiesta misionera y me está pareciendo más que interesante. No me esperaba la cantidad de estands y ofertas para participar de grupos misioneros. Quiero inscribirme en un grupo que acabo de conocer: se llama JAM y sus integrantes se dedican, entre otras cosas, a construir iglesias, casas y suplir las necesidades de este tipo. Creo que todos los chicos tienen ganas de participar en algún grupo misionero y estoy convencida de que estas ganas de servir a los demás van a producir un cambio en el ambiente universitario».

«Mi nombre es Marcelo Jota y soy de Río Gallegos, Santa Cruz. Es la primera vez que participo y estoy muy encantado con esta experiencia. Vengo de un ambiente educativo que no es adventista, por eso me sorprende la fe viviente que tienen los chicos con respecto a la actividad misionera, y esto me motiva a involucrarme. Vine en la búsqueda de participar en aquel grupo misionero que me necesite. Desde muy chico tuve la idea de trabajar al servicio de Dios y siento que hoy puedo comenzar a hacerlo».

En el culto del sábado, como parte de la programación del retiro espiritual, la reflexión sobre la palabra de Dios estuvo a cargo del Pr. Horacio Mazzoli, quien compartió un mensaje sobre la vida de Pedro y las etapas por las que el discípulo atravesó, compartiendo el pensamiento de un Dios que ama y socorre a sus hijos. El Pr. Mazzoli finalizó el mensaje invitando a los presentes a pedir a Dios por su vida espiritual.