19 Mar

Dr. Guido TournEl 17 de marzo, la Universidad Adventista del Plata, recibió la visita del Dr. Guido Abel Tourn. El abogado egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, expuso, en el Salón Verde de la Facultad de Ciencias de la Salud,  la conferencia titulada «Los valdenses: Itinerario por Sudamérica».  El Dr. Tourn es, además, delegado cultural de la Región de la Costa, ante la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe y es miembro de número de la Junta Provincial de Estudios Históricos (actualmente se desempeña como su presidente) y del Instituto de Cultura Hispánica de Santa Fe.

Más de noventa personas pudieron escuchar y dialogar con el destacado historiador, dejando en claro que la tiranía del tiempo obligaría a una segunda oportunidad de reunirse en un tiempo no muy lejano. La mencionada conferencia fue organizada por el Centro para la Memoria Adventista y la Sociedad Argentina de Historia Adventista.

La Agenda tuvo la posibilidad de dialogar con el Dr. Tourn acerca de su permanencia en esta Universidad: “Estoy sumamente sorprendido con esta localidad de Libertador San Martín (que para mí siempre fue Puiggari). He conocido el museo y este es, realmente, el centro del movimiento adventista de la región. De la zona del norte santafesino de donde provengo, conocíamos la fama del Sanatorio Adventista del Plata. Por lo que he conocido hoy, alrededor de esta Universidad gira la dinámica de esta localidad. Es un gusto haber sido invitado para exponer acerca de mi investigación, que ya lleva casi cuarenta años, y que es acerca del pueblo valdense. En la conferencia intenté responder sobre el porqué de los valdenses italianos. Ellos partieron de Lion hacia los Alpes, conflicto mediante con la Iglesia Católica, pues pretendían conservar la iglesia apostólica primitiva en su pureza original, luchando contra la corrupción de la iglesia oficial”.

Consultado acerca del cuidado de esa identidad valdense centrada en la Biblia, expresó: “Era el único libro que respetaban. Luego adhirieron al protestantismo de Lutero (Alemania) y Calvino (Francia). Fueron perseguidos y diezmados hasta casi la extinción pero, ante la presión de los países protestantes (Alemania, Suiza y los Países Bajos) fueron liberados, dirigiéndose a esas naciones. Posteriormente, regresaron a sus tierras, en lo que hoy se conoce como los Valles Valdenses. Valdo, que fue el unificador de los grupos que habían sido excomulgados, se atrevió a traducir y publicar la Biblia. Esto significó que, la familia  tuviera la posibilidad de leer la Biblia como elemento comunicador y transmisor de la fe; pero también, el Libro Sagrado era el que proveía de conocimiento y educación. Para la ética valdense, hay dos elementos: primero, el pastor; segundo, el maestro. De esta forma se contrapone, por un lado, el valdense culto, educado, conocedor y transmisor de la fe y el de la familia de la religión oficial pobre, sin posibilidad de leer la Biblia, y analfabeto”.

Cuando se le preguntó sobre qué valores pondría como relevantes para nuestros días dentro del legado valdense, enfatizó: “Son dos elementos que se valoraron en su momento cuando se decidió sumarse al protestantismo: la igualdad y la verdad. Somos todos iguales, pero la verdad se transmite a través de un solo libro, la Biblia. Gracias a esto, hoy, todos, podemos acceder libremente a la lectura de las Sagradas Escrituras en variados formatos e idiomas”.