23 Abr

Pr. Almir MarroniDesde el 23 de abril, la Universidad Adventista del Plata es anfitriona de un encuentro que reúne a los directores de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de toda Sudamérica, y que se extenderá hasta el día 26. El grupo es liderado por el Pr. Almir Marroni, vicepresidente de la División Sudamericana (DSA) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) y consejero de ADRA y por el pastor Pr. Paulo Lopes, director de ADRA Sudamérica. Además, se contó con la presencia del Pr. Carlos Gill, presidente de la Unión Argentina; y el Cr. Roberto Giaccarini, director de ADRA Argentina.
Esta agencia es la rama humanitaria mundial de la IASD, establecida con el propósito específico de desarrollar económica y socialmente a comunidades desfavorecidas, y ayudar a paliar efectos de desastres. Es una agencia internacional que, a su vez, cuenta con filiales nacionales. En Sudamérica, está presente en los ocho países que componen la DSA.
ADRA realiza acciones concretas en ciento treinta y cuatro naciones del mundo, que se canalizan con el fin de prestar ayuda a las personas que se encuentran en situaciones extremas (aluviones, terremotos, etc.).
La Agenda tuvo la posibilidad de dialogar con el Pr. Marroni acerca de la evolución de ADRA desde su fundación: “ADRA comenzó con una visión que superaba lo asistencial. Esta ONG tiene proyectos de mejorar la calidad de vida de las personas. Cada país tiene sus estrategias, claro está, según sus necesidades.
»A modo de ejemplo, en Bolivia se colabora en el Altiplano, en donde ADRA ayuda a la población de esta zona a conseguir agua potable. Esto significa un cambio de vida significativo para esta gente.
»ADRA Perú cuenta con un proyecto que financia los pequeños emprendedores. En este caso, la agencia actúa como un banco captando recursos de agencias internacionales e invierte en este programa con el fin de desarrollar a estas personas. Recientemente, nos enteramos que 100 000 familias se vieron beneficiadas con este programa.
»ADRA Chile ha tenido varias intervenciones en desastres naturales. Esto se pudo realizar gracias a los protocolos establecidos y recursos humanos especializados que pueden servir en estos casos con la mayor diligencia. Sumado a esto, hay proyectos de alfabetización y de apoyo a madres solteras, adolescentes.
»Cada plan está diseñado para solventar una necesidad específica de la región. Con estas características, es normal pensar que ADRA es una agencia de asistencia social; en realidad, es de desarrollo. La IASD cuenta, localmente, con el área de Asistencia Social Adventista (ASA) que funciona en cada iglesia y asiste socialmente a su zona de influencia (alimentos, ropas, etc.) ”.
Cuando se consultó al vicepresidente de la DSA sobre los objetivos que persigue este encuentro, puntualizó: “En primer lugar, es conocer las acciones que se realizan en cada país de Sudamérica. Esto sirve de base para futuros proyectos que se pondrán en marcha. En segundo lugar, es conocerse como componentes del mismo equipo. Ocho personas de cada país componente de la DSA, junto al equipo de la administración de esta división, nos reunimos para conocernos mejor y recoger lo distintivo de cada necesidad. Tercero, discutimos los criterios y lineamientos que plantea la sede internacional de ADRA para adecuarnos al plan mundial de esta agencia”.
Como mencionamos, la UAP fue elegida como lugar de reunión. Le preguntamos al Pr. Marroni cuál era el motivo de esta elección y respondió lo siguiente: “Esta universidad tiene una identidad que se materializa en la misión, y ADRA es un campo misionero. Muchos jóvenes pueden servir en ADRA internacional, con sus distintas capacidades y habilidades. Necesitamos de recursos humanos para las áreas de comunicación, asistentes sociales, entre otras. Todos pueden ser voluntarios y capitalizar sus aptitudes en el servicio. La segunda razón radica en que esta región es rica en historia y cualquier líder de la IASD ama la historia de su iglesia. Venir hasta este lugar tiene un componente muy fuerte en la historia, en los orígenes y debemos empaparnos en la filosofía de los pioneros que comenzaron su obra evangélica en este lugar, para continuar la nuestra en este sentido de la misión. Estas son razones lo suficientemente fuertes para traer una reunión de estas características a este lugar”.
Desde una visión acotada, se puede pensar que ni los recursos humanos como económicos alcanzan para paliar las necesidades que se presentan. ¿Cómo se administra esta cuestión?
“Es una pregunta interesante ya que las necesidades son mucho más grandes que nuestra capacidad en atenderlas. Pero, aunque no podemos atender todas las necesidades, nosotros podemos hacer la diferencia en lo que hacemos y, en la medida que ADRA crece puede ser aún más eficaz en esta atención. Mientras actuamos, también captamos más recursos para seguir atendiendo: la excelencia en la atención, en los procesos y la transparencia de los planes materializados generan credibilidad ante organismos internacionales que desean invertir en ONG que son confiables. Esto es lo que ADRA busca: tener esta imagen y calificación como una ONG creíble. De esta manera, los gobiernos mundiales pueden confiar en que sus inversiones serán plasmadas debidamente.