03 Sep
«Esta actividad surge desde el incentivo que dispensa la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) a través de las alcancías distribuidas en todos los colegios adventistas del país», explica la Prof. Valeria Mohr, docente en el Instituto Adventista del Plata (IAP) y quien lidera este proyecto.
Siguiendo con los detalles que activaron esta iniciativa, la encargada de coordinar esta empresa consigna: «A medida que los estudiantes realizaban la recolección de fondos con fines asistenciales en las localidades de Libertador San Martín, Crespo y Diamante, se comenzaba a originar este plan, desde los mismos chicos. ADRA otorga un veinte por ciento de lo recaudado para algún proyecto que la institución educativa lleve adelante. Fue así que se vio la necesidad que tenía la comunidad de apoyar al Desayunador Esperanza».
Al ser consultada sobre cómo fue recibido este plan en la comunidad educativa del IAP, aseveró: «Fue algo raro tanto para los alumnos como para los docentes. Al ser una actividad extracurricular y voluntaria, sumado a la idea de despertarse temprano (la actividad se desenvuelve entre las 6:00 y las 7:30), fue todo un proceso el unir voluntades con este fin. Hace tres semanas que comenzó el primer grupo y este movilizó a los demás con la importancia del proyecto».
Fue así que aquel grupo que lideró el emprendimiento visitó clase por clase para contar y compartir la experiencia enriquecedora que fue ser de utilidad y servir a la comunidad que los rodea. «Las experiencias salían del corazón de los chicos —dice la Prof. Mohr— y sirvieron de motivadores tanto a compañeros de estudios como a sus propios docentes».
Toda esta movida comenzó con iniciativas personales de los mismos estudiantes, quienes traían alimentos no perecederos y elementos de higiene. Luego, uno de ellos salió de su casa con la mochila vacía con el fin de compartir esta actividad con sus vecinos y sumarlos en la iniciativa. Cuando llegó a su casa, fue para buscar un bolso más grande. Este testimonio involucró aún más a sus compañeros en el servicio y se volcaron a la solidaridad de toda la comunidad de Libertador San Martín.
Concluyendo, la Prof. Mohr invitó a quienes quieran sumarse, «a acercar alimentos, ropa, elementos de higiene, etc. Tal vez no nos damos cuenta de la necesidad existente, pero hay personas que requieren de nuestra ayuda. El Desayunador Esperanza estará feliz de recibir su donación».