13 Oct

Mag. Ana Filippa junto al Dr. Daniel Gutiérrez Raina Foto: Claudio IberoEntre el 6 y el 7 de octubre, la Universidad Adventista del Plata (UAP) fue sede del X Congreso Entrerriano de Enfermería y de la I Jornada de Estudiantes de Enfermería.
Esta actividad, que fue organizada por el Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud de la provincia de Entre Ríos, con la colaboración de la carrera de Enfermería de la UAP y el apoyo de la Asociación de Enfermeros de Entre Ríos, se desarrolló bajo el lema «La enfermería: una fuerza para el cambio».
Durante el acto de apertura, se contó con la presencia del Dr. Ariel de la Rosa, ministro de Salud de la provincia de Entre Ríos; el Lic. Jorge Banchero, director del Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud de Entre Ríos y presidente de la comisión organizadora del congreso; el Abog. Jorge Monge, diputado provincial; el Sr. Rolando Schneider, concejal del municipio de Libertador San Martín; y el Mag. Gabriel Pérez Schulz, vicerrector académico de la UAP.
Este espacio reunió a cuatrocientos profesionales de la salud provenientes de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe que pudieron aprovechar la presencia de expositores, especialistas en diversos temas, que enriquecieron la práctica profesional de los participantes en este encuentro.
La Agenda pudo dialogar con la Mag. Ana Filippa, coordinadora de Acreditación de Grado de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), quien tuvo a su cargo la primera presentación en este congreso, cuyo tema fue «Acreditación: una fuerza para el cambio».

¿Qué impresión le merece este espacio de diálogo que propone el congreso?
Esta es la primera experiencia que tengo en este encuentro y lo considero un evento importante; esto lo confirma la amplia convocatoria que tuvo. Lo significativo reside en que justo se realiza en una etapa en donde se está iniciando la acreditación de las carreras de la Licenciatura en Enfermería, y veo en este grupo de enfermeros un gran entusiasmo en emprender este proceso de calidad en la formación profesional.

¿Existe un preconcepto cuando se habla de un proceso de acreditación?
Sí. Este es un proceso en donde es fundamental la participación de cada uno de los involucrados en este tema. Estamos hablando de la comunidad universitaria acompañada por el Estado, a través de un órgano como lo es la CONEAU, que tiene como objetivo la mejora en la calidad formativa de las carreras. La palabra evaluación en realidad es un mecanismo muy loable que busca la mejora y no el castigo de las carreras que deben corregir algunos aspectos en su desarrollo. Este proceso es un diagnóstico que busca resolver dificultades, beneficiar la experiencia educativa y garantizar la formación de los estudiantes.

Durante su alocución dejó en claro dos aspectos en el proceso de acreditación: la gestión y el trabajo propio de formación. ¿Son acaso partes separadas al momento de la evaluación?
Este proceso deja en claro que jamás la gestión queda escindida de la cuestión formativa. Estos dos ámbitos deben colaborar para que los mecanismos de formación sean bien implementados. Pensar esto sin la intervención de la gestión debilita esta integración.

¿En dónde se encuentran los principales desafíos en este mecanismo de acreditación y de constante actualización?
Un desafío importante para las universidades en general es comprender profundamente qué significa implementar una carrera de grado. No es algo que pueda reproducirse fácilmente en múltiples localizaciones porque, de esa manera y si no lo tomamos con la profundidad que merece, no le estamos brindando formación equivalente a los alumnos. Otro desafío es lograr una buena administración de recursos. Un ideal sería lograr que las administraciones municipales, provinciales y nacionales, cuando se involucran en el financiamiento y apoyo de instituciones formativas, se puedan consustanciar en cuáles son los aspectos elementales que deben apoyar, concretando una administración racional de los recursos.