Desde hace un mes, la Universidad Adventista del Plata (UAP) cuenta con el liderazgo del Mag. Horacio Rizzo en la rectoría de esta centenaria institución. Él ha servido como pastor distrital, director de Educación durante quince años a nivel de territorios eclesiásticos y de la Unión Argentina; y, últimamente, como presidente de la Misión Argentina del Centro Oeste (MACO), región eclesiástica que comprende las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis. En relación con su formación académica, el pastor Rizzo cuenta con un profesorado en Filosofía y Pedagogía del Colegio Adventista del Plata; una licenciatura en Teología por la UAP como título de grado; una maestría en Administración y Liderazgo Eclesiástico por Andrews University; y se encuentra en la fase de tesis del doctorado en Educación Superior por la Universidad de Palermo, Buenos Aires. Está casado con la profesora Diana Moroni y tiene tres hijas, dos de ellas ya graduadas en la UAP.
Al cumplirse un mes de su designación, La Agenda consultó al Mag. Rizzo acerca de este tiempo en su nueva gestión al frente de la Universidad: «Desde el 17 de octubre del presente año y hasta el momento, cuando el Honorable Consejo Superior y la Junta Directiva de la Asociación Colegio Adventista del Plata colocaron sobre nuestros hombros la responsabilidad de conducir la Institución desde la Rectoría, hemos procurado invertir la mayor cantidad del tiempo, en reuniones con grupos de trabajo, predicación en la Iglesia de la Universidad, acompañamiento en el acto de graduación y fundamentalmente en numerosas entrevistas personales. Esta última acción la considero sumamente importante, ya que al contactar a funcionarios, docentes y alumnos, vamos percibiendo el pulso de la Institución. La toma de decisiones, instancia difícil en la gestión, ya que debemos medir los tiempos y las implicancias de cada una de ellas, debe contar con la información que recogemos de quienes son los protagonistas principales de este proyecto: docentes, funcionarios y alumnos».
Cuando se le preguntó cómo está afrontando la transición administrativa entre la MACO y la UAP, expresó: «Nuestra responsabilidad hasta el momento ha sido presidir las actividades de la Iglesia Adventista en la mencionada misión. Esta semana hemos podido dejar las responsabilidades anteriores, para poder centrarnos absolutamente en la gestión de la UAP. Espero estar definitivamente con mi familia en Libertador San Martín durante la primera semana de diciembre. Hasta ese momento, hemos de viajar para acompañar el desarrollo de las principales actividades de la Universidad, especialmente las relacionadas con la conclusión del año lectivo. Así también, asistiremos a los retiros espirituales del personal organizados por la Institución para esta última etapa del año».
Con respecto a los principales temas que por estos días ocupan su gestión, expresó: «Ya estamos trabajando, no solo en la conclusión del año y las actividades del verano, sino en la promoción del año lectivo 2017. Tenemos la oportunidad de comenzar con el segundo año de la carrera de Odontología y el primer año de la carrera de Ingeniería en Sistemas. Está puesto todo nuestro esfuerzo para poder convocar la mayor cantidad de alumnos para estas dos importantes ofertas educativas que la UAP tiene en marcha.
»Por otro lado, ya estamos participando de algunas mesas que organizan importantes eventos del 2017: Cumbre de Líderes de la Educación Adventista de la Unión Argentina, Asamblea Pastoral de la Unión Argentina, Simposio Bíblico Teológico sobre el libro de Romanos, y la más importante fiesta misionera de la Juventud: el programa I Will Go, que contará con la presencia del Pr. Ted Wilson, líder mundial de la Iglesia».
Al finalizar nuestro diálogo con el Mag. Horacio Rizzo, le pedimos que compartiera unas palabras con la familia de la Universidad, ante lo cual consignó: «Quiero agradecer al personal de la Institución porque en una coyuntura especial, realizando una transición en la rectoría en período lectivo, todos los sectores han continuado realizando su trabajo de manera eficaz y eficiente. Esto nos brinda mucha seguridad y tranquilidad, porque cuando las personas saben lo que tienen que hacer, y saben cómo hacerlo, basados en el compromiso con la identidad misional, la marcha no se detiene. He percibido que los grupos de trabajo están realizando la tarea con todo su potencial.
»Me estoy integrando a la Universidad utilizando el diálogo cercano como herramienta. En estas primeras semanas percibo el deseo de todo el personal de estar cerca de sus alumnos, acompañar el proceso educativo y potenciar con su ejemplo cada contenido compartido en el aula. Nuestro principal desafío es impactar sus vidas con el ejemplo, procurando que se materialice en hechos concretos nuestro lema de “Excelencia y servicio en Cristo”. Sin dudas, este lema será nuestro desafío y la medida para la gestión».

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