22 Dic
«Si la montaña fuera plana, no la podrías escalar». Toda situación que se nos presenta como un gran desafío, es una enorme oportunidad para que Dios intervenga y nos utilice como sus instrumentos. Es una oportunidad, tanto para que él muestre su soberanía como para que nosotros nos dejemos conducir.
La frase que elegí para comenzar este saludo es una síntesis de lo que día a día sucede en la Universidad, cuando en el aula y fuera de ella nuestros alumnos fueron motivados a la superación y al compromiso.
Quiero desearle a cada uno de Uds. un feliz 2017, considerando que «la vida es más fácil de lo que parece; todo lo que hay que hacer es aceptar lo imposible, hacer lo indispensable y soportar lo intolerable que se presenta día a día».
Cuando Dios llamó a Samuel (1 Sam. 3:1-18), antes de presentarle las razones para responder a su invitación, cuidó de que los oídos de Samuel estuvieran abiertos para poder escucharlo. Se aseguró de que Samuel, estando conectado a Jesús, fuera también sustentado por él, fuera un hombre completamente entregado a interpretar la voluntad de Dios para su gente. Toda la actividad de Samuel no fue sino un esfuerzo por entender qué es lo que Dios quería, traduciendo en acción su voluntad.
Al concluir el año 2016 quiero expresar mi gratitud a Dios por cada logro institucional y rogarle que nos brinde un 2017 lleno de esperanza y concreción de sueños.
Mag. Horacio Rizzo
Rector de la Universidad Adventista del Plata