21 Dic
Empezamos el año enfatizando en el concepto de «identidad». Considero y creo que la fortaleza de una institución está dada en este diferencial, su verdadera sustancia, que la hace única. Al hacer el balance de lo sucedido en este 2017, me surge la pregunta ¿Qué fue lo que necesitamos para llegar a ser la UAP? ¿Qué elementos o factores se han sumado para concretar esta Institución? En ciento veinte años de historia, el aporte que brindaron los pioneros fue determinante: su espíritu y el aprovechar las oportunidades que Dios fue dando en este tiempo, fue sin lugar a dudas el hilo conductor de esta identidad. Este diferencial fue gracias al aporte de las personas, desde el mismo origen de este sueño.
Este espíritu mancomunado se evidenció en el diálogo permanente que expone, que escucha, que contrapone, que plantea, reflexiona y conoce. Y este conocimiento activo se suma a la visión de los diferentes actores de la comunidad. Con un norte claro y un marco robusto de contención, el liderazgo, a través de la historia, tuvo que experimentar rechazo, en vez de aceptación; condena, en lugar de libertad; condicionamientos, en vez de oportunidades; fracasos en lugar de éxitos. Lo determinante es que siempre vieron el vaso medio lleno y, esa identidad, estuvo basada en la constante capacidad de seguir adelante y reponerse.
Quiero agradecer a Dios por darnos la oportunidad de levantarnos; por el hecho de haber recobrado una historia de ciento veinte años que hace a la vida de esta Universidad; que no es una mera estructura edilicia, en tal caso, es solo un resultado.
Deseo extender esta gratitud a todos los componentes de la comunidad educativa de esta Institución, que han hecho posible que este 2017 sea un año signado por diferentes sucesos, que acontecieron para honra de Dios. En La Agenda de este año, se vio reflejado mucho de lo que estoy diciendo, así que no hace falta repetirlo. Pero reconocemos en el Señor cada una de las intervenciones y de los éxitos de la programación, y el cierre de este período. Como pueden ver en las fotos que acompañan esta nota, hay dos momentos que fueron claves en la historia de la Universidad: la primera, el poder descender a las aguas bautismales con un alumno, que se ha formado, ha entendido y ha aceptado la voluntad de Dios en su vida. En segundo lugar, acompañar la culminación de un proceso de formación (durante este año se entregaron 417 títulos), en donde intervinieron familias, docentes y alumnos, quienes pusieron todo de sí para alcanzar esta meta, que es, insertarse como profesional en la sociedad.
Mi gratitud y deseo de que Dios pueda prosperar a la comunidad educativa de esta Casa. También, pienso en los futuros alumnos y sus familias, quienes serán parte de la Universidad en 2018. Espero que el balance de este 2017 sea bueno y que puedan avizorar con mucha expectativa, fe y esperanza un 2018 como un año grandemente venturoso.
Mag. Horacio Rizzo, rector.
Este ha sido un año bueno. Afirmar esto, debe reflejar nuestro agradecimiento a Dios en primer lugar: porque enfrentábamos un año de mucha incertidumbre y, a pesar de las distintas situaciones que nos tocó enfrentar, iniciamos el año con un número mayor de ingresantes y de alumnado en general, comparado con el período anterior. Aunque no esperábamos esto, reconocemos que los méritos los tiene Dios y cada uno de los componentes de la Universidad, quienes se pusieron sobres sus hombros esta situación y direccionaron todos sus esfuerzos para revertir cualquier problemática que pudiera acontecer. Sabemos que el Señor nos acompaña para poder cumplir con la misión encomendada: formar y educar a nuestros hijos.
Estos últimos días del año traen consigo muchas cosas por resolver y este es un derrotero permanente para una institución del calibre de la UAP. Esto no nos quita la perspectiva que nos ofrece el 2018. Durante el 2017 hemos enviado un proyecto de posgrado de la Maestría en Administración a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Hace pocos días recibimos las recomendaciones de parte del Ente acreditador y, en esta semana, estaremos haciendo el envío de la propuesta revisada. Estamos convencidos que Dios bendecirá este plan. Como Universidad tenemos el cometido de seguir ofreciendo más opciones de posgrado; los que disponemos, todos ellos muy bien establecidos y evaluados como son los que dispone la Facultad de Teología. La Facultad de Ciencias de la Salud está abocada en un proyecto de especialidad médica, que ya fue enviado a la CONEAU, y del cual estamos esperando la devolución correspondiente. Por su parte, la Facultad de Humanidades, Educación y Ciencias Sociales está involucrada en el plan de un posgrado en Psicología. También, tenemos otros programas que, comparados con lo anterior pueden calificarse menores, pero que tendrán un gran impacto en la comunidad educativa. Por ejemplo, este año comenzamos con la revisión del Régimen de Promoción, el cual cuenta con varios años de vigencia y hemos estudiado la posibilidad de realizar algunos ajustes que se adecuen a los tiempos que corren. Esperamos que esto pueda concretarse en este 2018.
Deseo agradecer a toda la comunidad educativa, a cada miembro del personal por su desempeño y compromiso con esta Casa. No se podría llevar adelante esta tarea de liderazgo, sin un equipo profesional que acompañe y apoye cada proyecto: decanos, secretarios académicos, directores de carreras y el cuerpo docente.
Cada visita que llega hasta la Universidad, no deja de asombrarse por lo que encuentra en este campus. Esto es gracias al desempeño de cada área de la UAP que posibilita que, cada aspecto de la vida institucional, muestre el compromiso que tiene esta comunidad por formar integralmente a miles de jóvenes que eligen fundar su futuro aquí.
Un saludo cordial a toda la comunidad de Libertador San Martín por el apoyo que brindan a la Universidad y las disculpas al caso, ante cualquier situación en la que se haya causado alguna incomodidad. Estamos para servir a nuestra localidad y dependemos de ella también. De igual forma, hago extensiva esta salutación a nuestras instituciones vecinas: el Municipio, el Sanatorio Adventista del Plata y cada fuerza viva que actúa en esta comunidad.
Mag. Gabriel Pérez Schulz, vicerrector Académico.
Desde mi área de responsabilidad puedo agradecer a Dios por sus bendiciones. En vísperas del cierre de año comparto con alegría que logramos continuar con los proyectos que venían desarrollándose; en forma especial, unimos esfuerzos para avanzar con el edificio para la carrera de Odontología, que continuará siendo un desafío institucional para el 2018.
En lo que respecta a Alimentos Ceapé, destaco el crecimiento del 19% en toneladas de producción y venta de alimentos. Esto posibilita que esta área de la industria alimenticia, apoye con recursos genuinos los proyectos especiales que tiene en marcha la Universidad.
Deseamos que Dios los bendiga y que puedan disfrutar como familia de estas fechas significativas de fin de año, confiando siempre en los planes de Dios.
Cr. Iván Heinze, vicerrector Económico Financiero.