20 Feb
El sábado 3 de febrero, en el templo de la Universidad Adventista del Plata (UAP), se realizó la presentación del nuevo pastor principal de la Iglesia de la Universidad.
El pastor Horacio Mazzoli, al aceptar el llamado para desempeñarse como secretario Académico de la Facultad de Teología, será reemplazado en las tareas por el Pr. Fabian Werlen. El mencionado líder estuvo desempeñándose como pastor distrital en Capitán Bermúdez, Santa Fe. Anteriormente, hizo lo propio en la Asociación Argentina del Norte (6 años) y en la Asociación Argentina Central (10 años), ambas, de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
El Pr. Werlen está casado con Sonia Lufiego y tienen tres hijos: Matías, David y Micaela.
En diálogo con el nuevo pastor principal de la Iglesia de la Universidad, nos contó acerca de sus expectativas: «Son las mejores. Junto a mi esposa llegamos aquí acompañados de la experiencia hermosa que vivimos al estudiar en la UAP. Nuestra vivencia espiritual fue marcada por Dios en este campus y, ahora, el Señor nos da la posibilidad de experimentar otra etapa de nuestras vidas en este querido lugar. Nuestra meta es alcanzar las expectativas que tiene Dios para esta iglesia».
Al momento de expresarse sobre los desafíos que presenta esta responsabilidad, el Pr. Werlen, consignó: «En esta comunidad conviven diversas generaciones y, cada una de ellas, con sus necesidades y sus anhelos; sumado a esto, contamos con una población multicultural, particularidad que requiere de un tratamiento cuidadoso, paciente, manteniéndose constante la oración para adaptarse y acompañar al desarrollo de esta iglesia. Tal vez, otra cuestión no menor es que, la Iglesia de la Universidad es referente para Libertador San Martín, para su zona de influencia, para la Argentina y el mundo. Gracias a Dios contamos con un equipo de ancianos y capellanes que colaboran en el normal desarrollo de las actividades y enriquecen cada proyecto que se pone en marcha».
Al concluir el diálogo, solicitamos al Pr. Werlen unas palabras para la comunidad, a lo cual respondió: «Quiero anticipar cuál será el saludo en mi próxima predicación “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2). Ese mismo Dios desea que nuestro crecimiento sea integral, por esto formamos parte de sus planes pues desea que, por la eternidad, vivamos en plena comunión con Él».