04 Oct
La Universidad Adventista del Plata recibió la visita del Dr. Diop, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) en el nivel mundial. Previamente, sirvió como enlace ante las Naciones Unidas (ONU).
Invitado por el Centro de Estudios sobre Derecho y Religión (CEDyR) de la UAP, el viernes 28 de septiembre, en el Salón de Usos Múltiples, el Dr. Diop compartió una exposición, bajo el título «Una compresión completa de la libertad religiosa». Además, el sábado estuvo a su cargo la predicación en el Templo de la UAP.
Previamente, el Dr. Diop junto al Dr. Juan Martin Vives y Dr. Adrián Maldonado, representando al CEDyR, participaron del Foro interreligioso del G20 llevado a cabo en Buenos Aires. El tema principal fue «Crear un consenso para un desarrollo justo y sostenible: contribuciones religiosas para un futuro digno».
UAP Noticias tuvo la oportunidad de dialogar con el director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la IASD.
¿Cómo es la realidad de la IASD en cuestión de Libertad religiosa a nivel mundial?
«Ya desde los principios mismos, la IASD ha sido consciente de la importancia de la libertad religiosa. A comienzos del siglo XIX existía la posibilidad de que el domingo fuera impuesto como una ley nacional obligatoria; entonces la IASD abogó por su derecho del sábado, pero luego las personas se dieron cuenta que la libertad religiosa va más allá del día de reposo. Nosotros, como adventistas, vemos que las raíces de la libertad religiosa no se encuentran en un nivel de experimentos nacionales, no se origina en la filosofía grecorromana, ni en la opinión de los filósofos europeos; la base de nuestra comprensión se encuentra en Dios, Él creó la libertad religiosa porque parte de su carácter es amor, y el amor no se puede forzar, igual que la libertad. Hoy en día, en el mundo se reconoce a libertad religiosa como una ley internacional, forma parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos; de 193 naciones, 152 la tienen detallada de forma explícita en su Constitución. Sin embargo, no es bueno; a nivel mundial el setenta y seis por ciento de la población mundial vive en países que está altamente restringida la libertad. Ante eso estamos trabajando para aprobar la libertad religiosa alrededor del mundo».
¿Qué implica ser el enlace de la IASD ante la ONU?
«Es uno de los foros más importantes del mundo, su razón principal es evitar y resolver conflictos,. En este lugar podemos ver qué es lo que más importa a todas las naciones; nosotros, como adventistas, tenemos algo para contribuir, para compartir al mundo y nuestras opiniones, simplemente no las podemos guardar. Representando a la ONU y para compartir la visión mundial de nuestra iglesia, vine a Buenos Aires para participar del Foro Interreligioso G20. Ha sido un tremendo privilegio poder representar a la iglesia adventista; es muy desafiante pero Dios ha sido muy bueno conmigo y me ha previsto lo necesario para poder compartir; toda la gloria es para Dios»
¿Qué temas trató en el Foro Interreligioso G20?
«En primer lugar hablé acerca de la crisis en el movimiento de niños; eso fue el tema que más compartí, y por la gracia de Dios fue muy bien recibido. Es una situación intolerable, hay millones de niños explotados, vendidos o que forman parte de la trata de personas; entonces desarrollé la idea de cómo desde una perspectiva bíblica, el no cuidar a los más vulnerables es terrible; debemos cuidar de ellos como Jesús lo hizo, que cuidó a los huérfanos y se encargó de sus necesidades. El otro tema que compartí fue acerca de cuáles serían las normas internacionales para que haya una cohabitación pacífica, cómo podemos ser diferentes a otros sin discriminarlos o criminalizarlos, sino aceptarlos como seres humanos aunque tengamos diferentes opiniones. No estamos hablando de alianzas sincretistas ni tampoco diluir nuestro mensaje, sino respetar la dignidad de las personas y la dignidad de la diferencia».
¿Cree que hay mayor visibilidad actualmente, acerca de la dignidad humana?
«En algunos círculos se habla más, pero las implicancias de la dignidad humana no es algo que se converse mucho. En la ONU hice varias presentaciones sobre este tema pero lo que resalto son los fundamentos; nuestra dignidad humana está basada en la idea de que los seres humanos son creados a la imagen de Dios, y eso tiene una profunda implicancia; significa que Dios, como un artista nos tenía en la mente y nos creó para amarnos, estas es la base de nuestra identidad premortal. Nosotros llevamos a la dignidad humana desde un plano más profundo basados en el amor de Dios».
¿Qué acciones debería tomar una universidad cristiana para garantizar la libertad religiosa?
«Creo que esto debería ser parte de la constitución de cada institución, que no haya discriminación con respecto a la identidad de todas las personas y asegurarse que no haya violación de la integridad física, emocional, intelectual y social. Tendría que estar establecido en la política institucional y, además, desarrollar una cultura de tolerancia no basada en un complejo de superioridad sino en la de equidad en todos los niveles y como esta es una Institución cristiana, los frutos del Espíritu Santo deberían ser un estilo de vida».