01 Sep

Cena de las primiciasEl Instituto de Desarrollo del Estudiante Colportor (IDEC), departamento perteneciente a la Universidad Adventista del Plata (UAP), celebró el 28 de agosto, en El Galpón, la tradicional Cena de las Primicias. Se trató de una ocasión especial, de reconocimiento y de gratitud a Dios por el constante cuidado brindado a los estudiantes que participaron en las campañas de colportaje de invierno en la Unión Argentina y en Uruguay. Además, esta reunión se dio en el marco de los festejos de los ciento veinticinco años de colportaje en este país.
«Agradecer es el principal motivo de la reunión —afirma el Pr. Marcos Zurrú, coordinador del IDEC—. Dios nos ha ayudado en todo, ha brindado su cuidado y ha abierto puertas para que el mensaje impreso haga maravillas en las personas. Dios bendice la buena voluntad del colportor y prepara los corazones para recibir el mensaje evangélico».
La cena estuvo ambientada con trajes típicos utilizados por los pioneros del adventismo en estas tierras de Sudamérica. El Pr. Edwin Mayer tuvo a su cargo un momento de representación y llamado a la reflexión sobre la historia de los primeros colportores y la forma en que Dios fue guiando a estos primeros hombres, evangelio en mano.
El lugar contó con un espacio de exposición en donde se encontraban libros y la forma en que estos han ido cambiando en estos ciento veinticinco años de colportaje.
El programa tuvo un espacio de reconocimiento a asistentes y colportores que se han desplegado en distintas ciudades de la Argentina.
La reunión contó con la presencia de referentes de la Unión Argentina (UA) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD): el Pr. Roberto Gullón, secretario de la UA; el Mag. Gabriel Boleas, director de Educación de la UA; el Pr. Fernando Mammana, director de Publicaciones de la UA, quien encabezó a directores y directores asociados de Publicaciones de cada campo eclesiástico que la IASD tiene en Argentina; administradores de la Asociación Casa Editora Sudamericana; y asistentes de colportaje de la República Oriental del Uruguay.
«Muchos jóvenes que por primera vez tenían la experiencia del colportaje —expresa el Pr. Zurrú—dedicaron este mes de julio a compartir el mensaje que tiene la Biblia. Inclusive, algunos de ellos no tenían una necesidad económica que los empujara en esta empresa; solo deseaban servir y dar testimonio de vida, una vida transformada por Jesús. Al contarme sus vivencias me confirmaban con alegría el bien que había hecho el colportaje en su experiencia espiritual. Esto no queda solo en palabras; ellos quieren volver, ser útiles en la obra encomendada por el Señor y crecer como hijos de Dios».